27 abril 2012

DEJAR A UN EX: POETICO O PATETICO

Escuchando las canción de   Judy Buendía “Me Retiro Elegantemente”  me provoco hablar de los despechos;  asumiendo con vergüenza que mi análisis puede ser autobiográfico, aunque al hablar de mi lo hare en tercera persona con el típico cuento de “Un Amigo”.
¿Por qué cuando pasamos ese terrible mal que es despecharse, bien sea porque se acabo el amor, te decepcionaste, el tipo quería su espacio  y cualquier excusa que buscan las parejas para separase;  nos cuesta a algunos hacerlo de forma elegante y radical?.
Al momento de la rabia lo tomamos con cierto alivio;  decimos   que es mejor estar  libres sin perros que te ladre, que llegaran mejores, que eras mucho para esa persona, que ahora te pondrás tuning como dicen las pavas y comenzara tu nueva vida.
 Para comenzar tu vida de soltera y evitar pensar te vas de farra con tu  amiga la rumbera, esa que opina que  las penas se ahogan en el alcohol, que debes ponerte tus mejores galas y salir a tomarte  unas copas o fumarte ese cigarro que siempre prendías escondida para no molestarlo. 

Yo no se en que parte de las botella de tequila dice “Remedio para los Corazones Rotos” o “Remedios para los que Dejaron Locos” pero como buenos tomadores, siempre hay una excusa para unos tragos   y  esta oportunidad  no puede ser la excepción.
Tras varias copas nunca se deja de ratificar que la soltería es el estado ideal y que mas nunca nos volveremos a enamorar   con aquel fondo  de canciones corta venas  que van desde Bebe hasta Paquita la del Barrio con su clásico  "Rata de Dos Patas".
Esto no es lo peor, cuando llegas a casa en estado de embriagues, te da por  llamar a tu oficial “Ex pareja” a las 4 de la madrugada  para insultarlo,  pedir explicaciones  y dedicarle canciones rogándole que te recoja de la borrachera de la cual según tu, el  tiene la culpa. 

A esta hora el  discurso es muy variante con poco coherencia y más si lo hablas con la contestadora del Teléfono, porque nadie te atenderá a esa hora. En la madrugada la  gente esta rumbeando, está durmiendo o está tirando (perdón haciendo el amor)  pero jamás querrá escuchar a un borracho patalear por el celular.
Están lo que les da por escribir en el Facebook y montar su propio reality show de forma pública con aquel discurso de amor odio. “Te odio pero te extraño”, “Te admiro pero soy demasiado para ti”, “Te hieden los pies pero ya me había acostumbrado”; esto es solo una muestra de lo creativo, poético y patético que se convierte nuestra mente con esa mala mezcla de embriagues y depresión amorosa.
Así que amarre a ese Neruda borracho que lo convertirá  en un ser patéticos, al final su ratón moral se verá agudizado por el bochorno que hiciste al recordarse rogando cariño.  Recupere la dignidad donde la dejo perdida y sí lo que quieres es decirle a alguien que lo ama,  no espere estar borracho, grítelo pero dígalo de frente y en horas del día por favor.
Buscarse un amigo y convertirlo en su confidente podría ser una buena opción, tal vez hasta se puede convertir en su nueva pareja como le pasó a “Un Amigo”.
Ahora, si no le atienden  asuma que uno no puede   obligar a nadie que lo quiera, retírese con dignidad y elegancia;  es doloroso  y hasta se puede tornar imposible pero si se puede.
Y les tengo una mala noticia el alcohol no cura esa cosas, cada quien tiene su fórmula para superar las pena mejorandola con eso que llaman madures o deseando lo mejor aunque en el fondo lo que queremos es que le caigan 40 años de mala cama.
Si Uds. es de los que impulsivamente cae en la tentación de llamar ebrio,  antes de salir de fiesta  asegúrese de dejar el teléfono sin saldo o parece borracho frente al espejo y repita en voz alta la estupidez que escribió,  le aseguro que le dará sueño.

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